Sin duda queridos amigos, la prueba más dura, que deberemos enfrentar en este mundo escuela es la de dejar partir a los que amamos . . . podemos tener todo el conocimiento intelectual, todas las ciencias dominadas, ser expertos oradores, escritores, poetas, podemos haber acumulado explicaciones de como son los procesos de la evolución, del camino que recorremos, desde que nacemos de un gran sol que podriamos llamar DIOS, pasando por especies menores, en el reino mineral, vegetal, animal, hasta llegar al humano, todo ese largo recorrido . . . para que nuestra alma sea probada a fuego, sentimos vivir en nuestro ser esa fuerza de la verdad que nos habla con esa voz sin ruido, que se manifiesta como nuestro propio pensamiento y sentimiento, para decirnos si, es verdad . . . te amo y te dejo libre partir, queda a aquí la envoltura humana, en la que vi mis ojos reflejados en los tuyos, con la que senti tu amor, con la que senti tu abrazo, tu protección, tu calor . . . se que nos veremos pronto, para seguir un tiempo más disfrutando el uno del otro, compartiendo nuestras diferencias, creciendo, avanzando, perfeccionando nuestro espiritu, los lazos de amor . . . son eternos . . . nos es posible de otra forma . . . ¡DIOS es el amor! esa fuerza que cohesiona, unifica, une, da vida, forma a toda la creación, mantiene unidos nuestros atomos . . . El Mago Divino que salva todos los abismos . . . y por esto . . . es que si!!! . . . existe!!! . . . la ley del amor que me permite a mi volver al lado de los que amo y a ellos a nuestro lado . . . a nuestras vidas . . . Prueba . . . significa experiencia, probar, tantear, esperimentar, vivir . . . hay momentos en que parece que no vamos a poder . . . pero no estamos solos . . . legiones de los que hemos amado y de los que nos han amado, estan detras de ese velo sutil que intuimos y que vivimos intimamente, nuestra realidad espiritual . . . para las almas que se aman no existe la ausencia, ni el olvido, ni el adios, solo hasta pronto . . . Que el consuelo divino colme nuestras almas y corazones, cuando nos llame la hora de la libertad y la de los que amamos . . .