‘LA ENFERMEDAD ES UNA PROPUESTA DE SALUD´
Dr. Carlos Menegazzo y las sombras sociales:
El destacado terapeuta estuvo en Chile para un congreso Junguiano y aprovechó junto a su colega Susana Muñoz de reflexionar sobre los graves problemas sociales que vemos diariamente como la violencia, para proponer una solución. Aquí el diálogo.
SANTIAGO, .- ¿Cuántas veces hemos despotricado contra el ‘sistema’ en que vivimos? ¿Cuántas veces hemos rasgado vestiduras ante violaciones y horrores delictuales poniéndonos en le lado de las víctimas? Hoy vivimos un día a día, como país y como planeta que no es fácil. Pareciera que la caja de Pandora está abierta y somos débiles víctimas que, horrorizadas, no tenemos más que señalar a los malvados.
Pero esta realidad que percibimos de víctimas y victimarios puede cambiar. El Dr. Carlos Menegazzo, psiquiatra y autor de diversos textos, reconocido por su trabajo en psicodrama y de Susana Muñoz, psicóloga y psicoterapeuta, experta en corporalidad, se extendieron en una conversación para lograr desentrañar esta situación y entregar otra perspectiva que desde la psicología nos mueva a asumir el actual caos con la consecuente responsabilidad.
¿Cómo? Asumiendo nuestros demonios. Sí, como lee. Porque cada problema social y personal tiene un sentido y un origen. Todos somos responsables.
¿Cómo podemos comprender las sombras desde una perspectiva social?
Las sombra es en la visión de Jung un arquetipo, una fuerza que domina y viene desde el inconsciente originario, profundo colectivo y como todo arquetipo es una fuerza que además según la cultura va a tomando diferentes formas. Son aquellas cosas que por ser reprimidas, aparece masivamente en los pueblos, que dejan de ser pueblos y se transforman en masas, determinadas situaciones históricas: el fascismo, el franquismo.
¿Cuándo aparecen las sombras?
Las sombras aparecen cuando el pueblo pasa a ser masa. Hay algunos que se mantienen en lo que se llama una sociedad crítica, sensible que mantiene el amor por lo valores, por sus filósofos, poetas héroes. Paro hay un minuto en que eso queda relegado y aparece esto otro que estaba reprimido y exalta determinadas cosas. Pero si sabemos atravesarla, como la propuesta del Dante podemos encontrar su valor.
¿La sombra social tiene un valor?
En el demonio está la posibilidad de ese geniecillo liberador: el suicida con la necesidad de romper estructuras para seguir expandiéndose, el asesino que llevamos dentro aparece como el que sabe poner límites. Pero para llegar a transformar eso, hay que trabajarlo.
¿Cómo se trabaja?
Lo primero es reconocerlos. Siete pecados sociales son la manifestación de las sombras y están a la orden del día. Entonces esta es una propuesta es para aprender a sacarla de la mejor forma posible, para trabajarlos y descubrir las virtudes sociales. Gandhi decía lo primero que hay que reconocer que tenemos un violento adentro y lo tenemos que llevar más allá de víctimas y victimarios. Si todo lo vemos así eso no terminará nunca.
El avanzar es darse cuenta, reconocerlo como propio, trabajarlo adentro, no ponerlo afuera, en los demás.
Pero lo personal ¿Impacta lo general?
Jung era un cascarrabias divino y cuando se peleaba con su secretaria, quien después fue una analista increíble, se iba enojado, luego pensaba y volvía y le decía: Perdóname, te proyecté en mi sombra. Pero otras veces volvía y le decía ‘perdóname, pero esta vez la responsabilidad es tuya. Pero lo trabajaba. Y Gandhi dice eso, si uno cambia su propia interioridad, uno está haciendo algo para que el mundo cambie. Pero esta reflexión es del pueblo sensible, de la masa no podemos esperarlo.
Es difícil darse cuenta cuando uno está dentro…
Susana Muñoz: Hay algo importante de precisar allí. No basta con darse cuenta desde lo cognitivo, desde lo racional, es necesario trabajarlo desde lo vivencial. Porque las sombras cuando están dentro mío o disociadas se anclan en el cuerpo, en la corporalidad y la refleja en forma de síntoma, de enfermedad que por un lado se transforma en una carga, pero por otro lado se transforma en una oportunidad de crecimiento y desarrollo.
Dr. Menegazzo: Un caso: había un sensor en argentina, un comisario de la policía. Era famoso, porque entraba en los hoteles de alojamiento, sacaba toda la gente, perseguía todo lo sexual, era terrible y terminó loco. Lo encontraron desnudo, totalmente insano, mirando filmes pornográficos, encharcado por las sombras. Él perseguía lo sexual y terminó invadido por las sombras… sus hijos se suicidaron.
eso personal se traslada a lo personal…
Eso que pasa en lo personal, para en lo social por ejemplo ese juez probo que está casado con una mujer terrible. O sea mujer que es un ángel de dios que está casada con una bestia, perdonando a la bestia, toda persona invadida por las sombras es de todas formas un ser humano.
¿Cómo se pueden abordar los femicidios?
Yo creo que no es la mujer, sino la alquimia de lo femenino y lo masculino que nos puede salvar de esto. Mientras nos quedemos mirando la cadena de víctimas y victimarios no saldremos. Hay que extender la responsabilidad a toda la sociedad, no sólo a abusador y abusado ¿Hasta qué punto son emergentes de una sociedad toda que está enferma? La enfermedad es una propuesta de salud.
¿Y las pandemias?
Aquellas tomadas desde la alimentación es un grito de parte de la humanidad que dice basta de carroña, y esta carroña no es sólo lo que contamina el pan y las carnes, también es lo espiritual, anímica, lo que pasan por televisión. El cáncer es una manifestación de rebeldía. Y la rebeldía no está mal, hay que encausarla. El hecho de que el cuerpo manifieste de esta forma es determinante: que células originarias que se
¿Cómo se supera lo de víctima y victimario?
Susana. Yo creo que parte de la sombra tiene que ver con una ubicación temporal en el pasado, una suerte de revisión de un resentimiento en términos de ‘justicia’ e injusticia’ es como ‘esto no hubiera ocurrido, tendría que ser así’ y en ese sentido la injusticia profunda que se manifiesta en el presente y se actualiza una y otra vez en términos de un circuito de venganza opera a nivel físico generando células cancerosas. Una célula cancerosa es una célula que de tanto ser estimulada, sensibilizada, hipersensibilizada esa célula se volvió omnipotente. Y esa célula cree que nunca va a morir, hasta que mata al huésped. Y la célula nunca tiene conciencia que va a morir. Y eso es parte de la vivencia del miedo y es el miedo el que amplifica la sombra, porque mientras más miedo hay más se trata de colocar.
¿Cómo sería un cáncer social?
Dr. Menegazzo: : Si eso lo pasamos a la sociedad es lo mismo, la enfermedad social es la omnipotencia, la impotencia y la negación. Y la única tarea es salirse de ahí.
Susana: Cáncer social por ejemplo, es la omnipotencia, el poder por el poder, la aplicación ilegitima del poder de tantos profesionales que ejercen para sí mismos y no por el otro, pero vestidos como si lo hicieran por el otro. Entonces el cáncer viene como una propuesta de un acto de respeto y de humildad en la espiritualidad de la existencia toda en términos del sentido de. Y desde ahí opera la trascendencia.
Y vaya si estamos enfermos…
Susana: La sociedad en su aspecto negativo ¿Qué persigue? El exitismo, la extraordinariedad y el facilismo. Si uno puede mantenerse al margen de eso, mantenerse sensible a lo que sucede y aportar desde allí, como lo hacen muchos profesionales también que trabajan coherentemente.
Dr Menegazzo: El cuerpo susurra, dice o grita lo que la mente debería comprender. Si uno no entiende el susurro, comienza a decir y si dice y no escucha, se sobreviene el grito. El cáncer es un grito. De la misma manera en una sociedad el pueblo con respecto a los administradores también susurra, dice y grita. Si no se escucha ni siquiera el grito, se comienza a ulular, esa es la masa y eso ya deja de ser pueblo.
¿Qué hay que rescatar para que esto se sane?
Susana: El doctor Menegazzo tiene un libro que se llama ‘Plenitud’ que habla de cómo el cuerpo desde siquiera antes de ser concebido trae una conciencia télica que la madre le transmite durante el embarazo. La madre entrega su historia ancestral, de todas las mujeres que engendraron. Y es a través de la madre que se incorpora la visión masculina. Es la corporalidad donde esta inserto, en el sistema límbico y en el sistema migdaliano de la formación de la corteza cerebral. Todo el trabajo de las sombras es ir a los ancestros a buscar un pueblo sensible que llevamos dentro. Rescatarlo como herencia
¿Cómo se accede a la herencia?
Susana: La entrada ahí es a través de las propias sombras, y las sombras tiene que ver con los portales, con la búsqueda del potencial creativo y del eje en todos los niveles. En ese eje está la cuádruple coherencia: la cognición, la emoción, el lenguaje y la espiritualidad.
¿La religión es la solución?
Dr. Menegazzo: Y la espiritualidad muchas veces no tiene que ver con los templos y el incienso, porque como decía Gandhi, a veces donde menos está dios es en los templos.
Susana: La religión dejo de ser espiritual hace mucho, mucho tiempo a tras y se convirtió en una forma de control social que no apunta al desarrollo espiritual sino al control de las masas.
¿Qué tipo de espiritualidad entonces?
Dr. Menegazzo: El Dalai Lama la llama a la espiritualidad de lo cotidiano, del rescate de los valores, reconocer a los hombres buenos, hay que rescatar eso.
Como hacerlo es desde adentro hacia fuera, sujeto a sujeto armando redes sensibles que se puedan conectar unas con otras a lo largo de todo el planeta y después también…
Nota: Gracias amigo querido por este envío de noticas UCB-G