El nombre Escuela Matríztica de Santiago tiene su raíz espiritual en la inspiración de Gregory Bateson quien en algún momento hizo referencia a la escuela de pensamiento biológico-epistemológico en el ámbito de la epistemología experimental en Santiago de Chile desde 1960, como el camino que permitiría comprender desde lo biológico el fundamento epistemológico de todo saber humano.
Lo fundamental en la Escuela Matríztica de Santiago está en su raíz operacional-relacional última en la comprensión del operar de los seres vivos en tanto sistemas autopoiéticos moleculares cerrados en sí mismos en su dinámica de estados. Los seres humanos como todos los seres vivos existimos como organismos en la unidad operacional organismo-nicho; y lo peculiar nuestro es que en ese vivir convivimos en el lenguajear, el conversar y el reflexionar generando mundos operacionales-relacionales recursivos de sentires, emociones y haceres que ocurren en una continua trascendencia a la realización molecular de nuestro vivir que buscando en último término vivir en la armonía de la antroposfera y la biosfera.
En la Escuela Matríztica de Santiago invitamos a participar en conversaciones-experiencias reflexivas biológico-filosóficas que nos lleven a comprender cómo operamos como seres biológico-culturales que en su origen evolutivo surgen como seres amorosos-éticos que como personas pueden vivir así pero también pueden cultivar el desamar.
Y para hacer esto invitamos a contestar las preguntas:
¿Cómo hacemos lo que hacemos como seres humanos biológico-culturales que nacen amorosos pero que como personas pueden escoger no hacerlo y luego sentir vergüenza o remordimiento?; ¿cómo generamos los mundos que vivimos en su variedad en principio infinita?; ¿cómo es que podemos dar compañía reflexiva en que el otro la otra pueden liberarse de su dolor si así lo desea?; y ¿cómo es que el explicar científico no requiere ningún supuesto trascendente?; ¿cómo es que los científicos, sin darse cuenta de ello, operan teniendo como único fundamento epistemológico las coherencias operacionales-relacionales de la realización de su vivir como seres humanos que en la experiencia misma de vivir lo que viven no distinguen entre ilusión y percepción, y aún así generan mundos operacionales-relacionales efectivos en la realización de su vivir?
¿Qué deseamos?
Queremos profundizar y ampliar nuestra comprensión de los fundamentos de nuestro actuar ético espontáneo. ¿Cómo es que nos conmueve el dolor o el sufrimiento de otros? ¿Cómo es que a veces no queremos ver el dolor que vemos y actuamos para no verlo?
Queremos ampliar nuestra capacidad de ver y entender el sentir de la matriz operacional-relacional en la que se da nuestro existir humano como seres a quienes les importa lo que le sucede a otros y otras desde el fundamento ético de su origen biológico-cultural.
¿Qué esperamos que suceda?
Esperamos que las personas que sean parte de nuestros procesos y asistan a nuestros Círculos de Conversaciones Reflexivas tengan la oportunidad de expandir su autonomía reflexiva y de acción desde una experiencia de ampliación de su consciencia y conocimiento de su naturaleza biológico-cultural como seres primariamente amorosos y éticos que pueden querer ser responsables del bien-estar psíquico, fisiológico y relacional de su vivir.
Fundadores: Humberto Maturana y Ximena Dávila