El amor no es una abstracción, sino una energía de verdad.
Empieza a entrar en contacto con Dios en tu interior.
Siente el amor.
Expresa el amor.
El amor disuelve el miedo.
Cuando se siente amor no puede temerse nada.
Como todo es energía, y el amor abarca todas las energías, todo es amor.
Nuestros corazones conocen el camino de la felicidad y la paz interior.
Prácticas espirituales como la meditación y la oración nos recuerdan lo que ya sabemos.
Cuando nos olvidamos del mensaje de nuestro corazón y caemos en la rutina y en los baches de la vida, nos sentimos insatisfechos y desdichados.
Nuestra perspectiva está borrosa, hemos olvidado nuestro plan de vida, nos hemos perdido.
El remedio es sencillo. Dedica tiempo a recordar tu divinidad, tu naturaleza espiritual.
Recuerda por qué estás aquí.
La meditación es una forma de despertar la memoria.
La meditación es el arte de poner la mente en blanco para acallar la cháchara perpetua que normalmente llena nuestra conciencia.
En la tranquilidad de la mente silenciosa, empezamos a ser observadores, a tomar distancia y, con el tiempo y la práctica, a darnos cuenta de que existe un nivel de conciencia superior.
Dentro de nuestras formas humanas hay un ser espiritual.
Nuestra parte espiritual nunca muere.
Jamás perdemos a nuestros seres queridos.
En realidad, todos los seres humanos estamos conectados…para siempre.
Cuando tenemos experiencias espirituales, casi siempre evocamos la energía del amor.
Esa forma de amor es incondicional, absoluta e ilimitada.
Es como un impulso de energía pura, una energía que también posee atributos de gran fuerza, como la sabiduría, la compasión, la eternidad y la conciencia sublime.
El amor es la energía más básica y dominante que existe, Es la esencia de nuestro ser y nuestro universo. Es el componente fundamental de la naturaleza que conecta y une todas las cosas, a todas las personas.
La energía del amor es, en potencia, más fuerte que cualquier bomba y más sutil que cualquier hierba.
Lo que sucede es que aún no hemos podido aprovechar esa energía tan básica y pura.
Cuando lo consigamos, podrá darse una curación en todos los niveles, individualidad planetaria.
Paz, esperanza y amor.